Tal
y como expuse en otro post dedicado a este genial escritor, Kenzaburo Oe es un
autor difícil de leer. Sus novelas no son idóneas para ser leídas en la playa o
en el metro, sino que requieren concentración, una dedicación máxima a lo que
dicen sus palabras. Esto es algo admitido por su propio autor en entrevistas,
por lo que ya vamos avisados cuando nos encontramos frente a alguno de sus
escritos.
Personalmente,
me gusta Oe por el análisis profundo que realiza de los límites de la moral, de
la ética, de lo que el ser humano está dispuesto a aceptar. Venero a este escritor
porque me hace reflexionar sobre temas complejos y universales: Kenzaburo Oe escribe
desde un prisma japonés temas que no entienden de diferencias culturales ni
religiosas, problemas universales. Nos pone en aprietos morales y nos hace
incluso replantearnos si nuestra ética es correcta o no. Es lo que Oe nos
brinda cuando leemos novelas como La
presa, El grito silencioso o Una cuestión personal. Sin embargo, con Renacimiento mi decepción ha sido notable.
Renacimiento nos cuenta la estrecha relación
de amistad de Kogito, escritor y alter
ego del mismo autor, con su cuñado
Goro, personaje basado en su cuñado real Juzo Itami, un polémico director de
cine. La historia comienza cuando Kogito se entera del suicidio de su querido
cuñado. A partir de este momento Kogito recreará su pasado con Goro a través de
la escucha de unas cintas que este le dejó. El mundo académico japonés y la
yakuza se entremezclan en una novela que carece del entusiasmo de otras de Oe,
pero no por ello se debe pasar por alto.
En
la novela son continuas las referencias a la vida de Oe, tantas que el autor
reconoció en una entrevista no poder discernir bien lo real de lo ficticio.
Juzo Itami, el personaje en el que se basó para crear a Goro, fue un polémico
director de cine (dirigió, entre otras, Tampopo),
que se suicidó por causas aún desconocidas. No son pocos los que acusaron a la
yakuza de estar detrás de la muerte de Itami, pues estaba amenazado por la
organización debido a las críticas de esta que Itami hacía en sus películas.
Entre los que apoyan esta versión de los hechos se encuentra su cuñado, el
mismo Oe, amenazado también por la extrema derecha de su país por sus ideales
de izquierda, anti nacionalistas y anti bélicos.
Portada de la edición española
El
problema de la novela no es el argumento en sí, sino su estructura, algo
caótica. Oe realiza tantos saltos temporales en el libro que es
difícil ubicarse a mitad del argumento. Otro de los aspectos negativos es las
extensas reflexiones que hace sobre la literatura europea, que si bien son
necesarias para el argumento, nos hacen perder el hilo de la narración.
Como
aspecto positivo, el argumento está muy bien pensado, es una historia bastante
original y como siempre las reflexiones de Kenzaburo Oe son más que
interesantes. Pero es aquí donde reside el otro aspecto negativo de la edición
española: la traducción. Debo decir, sin tapujos, que está mal hecha. Y lo digo
constructivamente, porque se nota en muchos párrafos que falta intensidad en el
mensaje, y eso es debido a una mala elección de léxico y de sintaxis. Las
oraciones no están todo lo elaboradas que debieran, por lo que se nota ese
vacío emocional, algo impensable en una novela de Oe. En muchas frases se nota
una sintaxis propia del japonés, lo que denota la falta de reelaboración del
mensaje en uno más acorde con el castellano. Esto último es esencial para
transmitir la intensidad que se percibe en una obra original. No niego que
traducir a Oe debe de ser una tarea ardua, pero no es excusa para dejar un
texto vacío de significado.
Renacimiento es la primera de una
trilogía que la editorial Seix Barral seguirá editando en castellano. Esperemos
que el siguiente volumen no tarde en aparecer.
Paseando en bici por los Montes de Malaga y Jarapalo entre piedras, exclamaciones de !mira abajo a la derecha Mijas! y ruido de caidas oí hablar de tu nuevo Blog.Me gusta la nueva configuracion y diseño,las cronicas se hace mas facil su lectura.Diversificar en autores esta perfecto.Gracias por tu trabajo y tiempo.
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