lunes, 5 de diciembre de 2011

Torikaeko (Renacimiento) de Kenzaburo Oe


Tal y como expuse en otro post dedicado a este genial escritor, Kenzaburo Oe es un autor difícil de leer. Sus novelas no son idóneas para ser leídas en la playa o en el metro, sino que requieren concentración, una dedicación máxima a lo que dicen sus palabras. Esto es algo admitido por su propio autor en entrevistas, por lo que ya vamos avisados cuando nos encontramos frente a alguno de sus escritos.

Personalmente, me gusta Oe por el análisis profundo que realiza de los límites de la moral, de la ética, de lo que el ser humano está dispuesto a aceptar. Venero a este escritor porque me hace reflexionar sobre temas complejos y universales: Kenzaburo Oe escribe desde un prisma japonés temas que no entienden de diferencias culturales ni religiosas, problemas universales. Nos pone en aprietos morales y nos hace incluso replantearnos si nuestra ética es correcta o no. Es lo que Oe nos brinda cuando leemos novelas como La presa, El grito silencioso o Una cuestión personal.  Sin embargo, con Renacimiento mi decepción ha sido notable.

 Portada de la edición japonesa de bolsillo