Recientemente publicada
en castellano, Después del terremoto, o como su título original indica, Todos
los hijos de Dios bailan, es una recopilación de seis historias de Murakami que
tienen como trasfondo el Gran Terremoto Hanshin-Awaji, más conocido como el
terremoto de Kobe (de donde es precisamente oriundo el autor), que asoló la
zona en enero de 1995, dejando tras su paso 6300 muertos.
Si bien el tema del terremoto
se trata muy sutilmente en las historias (en alguna hasta puede ser
imperceptible), no es la catástrofe como hecho el eje central de las tramas. Dos
meses después del terremoto, en marzo de 1995, tuvo lugar un atentado con gas
sarín en el metro de Tokio que conmocionó profundamente al pueblo japonés.
Precisamente todas estas historias se sitúan en febrero, ese mes vacío entre
desgracia y desgracia.
Edición de bolsillo japonesa
En la primera historia, un
hombre es abandonado por su esposa, la cual ha pasado varios días viendo ininterrumpidamente
escenas del terremoto en la televisión. Tas la ruptura, este viaja hasta
Hokkaido para entregar un paquete a la hermana de un compañero de trabajo. Una
historia que se hace breve pero intensa, donde el protagonista descubre su
vacío interior y se percata de que su existencia no es más que una carcasa sin
contenido. El terremoto aquí no pienso que sea el desencadenante de una ruptura
ya de por sí inevitable, sino un aviso, una alarma de que la vida no está para
desperdiciarla.
En la segunda historia,
nihilismo y pasados sin resolver se dan la mano, y se nos presenta a una chica,
su pareja y a un hombre de edad avanzada en la playa haciendo una hoguera de
noche. El anciano es de Kobe, ciudad que abandonó años atrás. Durante esa noche
se nos introducen las relaciones entre los tres personajes y su actitud ante la
vida.
La tercera historia, que
da título a la versión japonesa, retoma un tema bastante recurrente en la obra
de Murakami en los últimos tiempos: el radicalismo religioso, en especial, las
sectas. Posiblemente fuera un antecedente de lo que nos querría explicar en
1Q84 y en su serie de entrevistas a los afectados por el atentado con gas sarín
(Underground). En esta historia el protagonista persigue a un tipo
creyendo que es su padre, al que nunca conoció. La relación del protagonista
con su madre es el núcleo de un argumento en el que el tema del terremoto se
trata desde una perspectiva más lejana que en el resto de historias, si bien
comparte con estas el trasfondo de la desolación espiritual que deja el seísmo.
La falta de una figura paterna y el complejo de Edipo son los temas que trata
esta historia un tanto desconcertante.
Edición española de Tusquets
En la cuarta, Tailandia,
la protagonista es una doctora que visita dicho país por motivos de trabajo. La
ira que siente hacia su ex marido le hará pensar que esta violencia interior ha
sido la causante del terremoto en Kobe, ciudad donde vive su ex pareja. De
nuevo tenemos ese vacío existencial, junto con un sentimiento de culpa que la
misma protagonista parece reacia a reconocer.
La quinta historia es
quizás la más emblemática, pues mezcla ciertas dosis de ficción con humor
absurdo, algo a lo que Murakami ya habría recurrido en algunas historias cortas
(y, por qué no, en El fin del mundo). Un sapo gigante visita a nuestro alienado
protagonista para pedirle que lo apoye en un combate que está por librar contra
un ser que duerme en las profundidades subterráneas de Tokio. Este ser, al
enfurecer, provocará un terremoto que destruirá la ciudad. Mi interpretación personal
de la historia es que es todo una invención del protagonista, pues decepcionado
por una sociedad que lo deja de lado, lo que más desea es convertirse en un
héroe marginal; ansía una prueba de que los sacrificios que hace en su trabajo
son algo heroico, aunque no los reconozca nadie.
La sexta historia, El
pastel de miel, es la más tierna y entrañable de todas. Sin un ápice de
paranoias kafkianas ni fantasías psicológicas, Murakami nos cuenta la vida de
un escritor enamorado de su mejor amiga, a su vez esposa de su mejor amigo. El
divorcio de ambos y la relación que mantiene con la hija de estos le harán
replantearse su vida a partir de entonces. El seísmo de Kobe aparece de una
forma similar a la de la primera historia, aunque con resultados opuestos.
Como ya comenté antes, el
tema del terremoto puede parecer que es secundario en las historias, pero en
realidad este hecho se plantea, en general, de dos formas: una, como
pistoletazo de salida de un cambio de vida, de un nuevo comienzo, como factor final
en la toma de decisión de algunos personajes; otra, como una experiencia
externa que simplemente hace percatarse a los protagonistas de lo vacía e
insignificante que puede ser la vida.
En resumen, Después del
terremoto es una recopilación de historias en la que el maestro nos deleita una
vez más con su simple pero atrayente prosa y con una más que agradecida
variedad temática y ambiental, a pesar de tener un trasfondo común.
Personalmente, una lectura más recomendable que sus otras recopilaciones de historias
cortas.
Excelente comentario. Me gustó mucho. En este momento he estado leyendo el libro y se me hace sorprendente. Nunca había leído a Murakami, y ahora estoy realmente fascinado y con muchas ganas de leer más de sus libros. En mi blog, en algunas semanas también escribiré un comentario acerca de los relatos. Felicidades!
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