La novela que comento hoy
supuso la puerta de acceso al que actualmente es uno mis escritores favoritos.
Teru Miyamoto, con esa prosa fina, libre de artificios y tan genuinamente
japonesa, es un autor de renombre en Japón, con una base muy sólida de fans, al
que en castellano, por desgracia, se le conoce solamente por la novela que hoy
nos ocupa: Kinshû, tapiz de otoño.
Edición de bolsillo japonesa. Ed. Shinchôsha